Empezó a usarse desde la Edad Media como un instrumento para encantar a hombres o mujeres y obligarlos a enamorarse de alguna persona en especial. Esta idea empleada por los alquimistas nació desde el mito en el que Cúpido enamoraba a sus personas con una flecha. De esta forma, los alquimistas pensaron que debía existir una poción capaz de crear ese efecto al que, en este blog, hemos denominado Efecto Cúpido.
Hay cientos de tipos de filtros de amor. Es como prearar una receta con millones de variantes por lo cual, en muchas páginas, blogs y libros pueden encontrar recetas totalmente diferentes con efectos variados. No les puedo asegurar que la elaboración moderna de filtros de amor sea efectiva.
Proceso: Primero debería ponerse agua a hervir en un caldero. Después se agregarían los pétalos de diversas flores, después se agregan las cucharadas (dependiendo la cantidad de cuanto amor quieras crear) de polvos dulces, luego irían las plantas o semillas (según la receta). Al final se colocan los cabellos, uñas y demás junto con el colorante y ¡Hualá!
Mito del mito: Químicos y mitólogos modernos consideran que los antiguos filtros medievales debían su éxito a un altísimo contenido de alcohol en la mezcla, el cual hacía a quien bebiera de ella perder la noción.
Otros datos: JK Rowling nos menciona, en su libro de Harry Potter y el Príncipe Mestizo, que el filtro de amor no crea amor en sí, pues es imposible crear amor. Un flitro de amor solo causaría una obsesión sin sentido.
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