sábado, 24 de septiembre de 2011

La Inmortalidad. Segunda entrega.

Aquí hay otras maneras que se dice podrían servir para obtener la inmortalidad, no obstante he de advertir que la primera no es agradable y es nada recomendable.

Horrorcruxes.
La más peligrosa de las maneras de volverse inmortal. Este oscuro método fue creado por JK Rowling en sus libros de Harry Potter. Los horrocruxes constan de fragmentar el alma, dividirla y ocultar un pedazo en un objeto. De esa forma, si te matan, tu alma estaría intacta puesto que parte de ella estaría en otro objeto. Pero fragmentar el alma deteriora tu cuerpo, te vuelve más débil y lento pero sobre todo uno tiene que hacer un terrible acto para poder fragmentar el alma.

La Fuente de la Juventud.
Que según se cree se encontraba en América, la Fuente de la Juventud es una enorme fuente hermosa que se decía estaba en América. Según los relatos, los antiguos pueblos mesoamericanos (incas, mayas, aztecas, mapuches, etc) creían en la fuente aunque con otro nombre. Cuando los españoles llegaron se dice que ellos encontraron la Fuente, la cual sería hermosa y tendría la habilidad de transformar toda el agua en el elixir de la vida eterna. El problema es que dicen que los españoles destruyeron la Fuente, o la abandonaron dejando a un guardia mientras ellos volvían. Los exploradores y descubridores de la fuente jamás volvieron y el guardia que dejaron se volvió un fantasma por beber excesivamente de la Fuente. El caballero fantasma o caballero de lata, que se menciona en el bestiario, es el encargado actual de proteger la Fuente de la Juventud. 

Hidromiel, Ambrosía y Néctar.
Los tres anteriores eran tres bebidas mágicas de diversas mitologías, se decía que la inmortalidad de los dioses dependía de estas bebidas. El hidromiel era una bebida que inmortalizaba a quien la bebiera, ésta proviene de la mitología nórdica y se conseguía de una cabra que en lugar de dar leche daba hidromiel. Esta cabra vivía en el Wallahala. La ambrosía y el néctar eran de la mitología griega y se décía que el néctar daba la inmortalidad a los dioses en el Olimpo y la Ambrosía a los titanes y dioses en el Tártaro e Inframundo. Robar cualquiera de estas delicias era el sueño de todo mortal pues con ellas uno alcanzaría la vida eterna. Hoy en día, en honor a estas bebidas, un tipo de miel recibe el nombre de hidromiel y una secreción de las flores recibe el nombre de néctar.


  
Última entrega de "Inmortalidad".

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